El rápido avance del Covid-19 obligó a las autoridades a adoptar medidas, recursos y tecnologías que fueran un aporte para aminorar los contagios. En este contexto, el cobre ha sido destacado por sus características antibacterianas y antisépticas, posicionándose como un metal con enorme potencial.
Por Camila Morales
Revista NME
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Las complejidades que ha debido enfrentar la industria minera, producto de la pandemia, son enormes. Al igual que otros sectores productivos, esta actividad ha implementado medidas sanitarias que han alterado su ritmo laboral normal, lo que modifica las proyecciones a nivel de producción.
Sin embargo, la contingencia sanitaria también ha potenciado una faceta del cobre que no es desconocida, pero que ahora se ha visto fortalecida. Gracias a sus propiedades antimicrobianas, y a las últimas innovaciones y tecnologías en la materia, el cobre se ha transformado en un metal clave para combatir diversos virus y bacterias.
Manuela Nanetti , directora ejecutiva de la Asociación de Micro y Nanotecnología de Chile (Amnch), explica que “el cobre es el único metal reconocido y aprobado por el EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) como agente biocida de acción prolongada y continua, destruyendo las membranas biológicas y envolturas virales que rodean y protegen, respectivamente, a los microorganismos y virus”.
Gracias a estas características, se ha comprobado que el metal rojo, por ejemplo, es capaz de combatir la influenza y los virus H1N1 y H9N2. Además, destaca por su permanencia activa en las superficies, contribuyendo en la prevención efectiva del alto contagio que presenta el Covid-19. “Gracias a su adherencia prolongada en las superficies, permite una mayor durabilidad en telas y otros materiales, generando la reutilización de las mascarillas y material sanitarios para enfrentar la contingencia”, agrega la representante de Amnch,
Es por esta razón que en los últimos meses la industria nanotecnológica en Chile ha experimentado un crecimiento exponencial en la producción de elementos a base de micro y nano partículas en cobre, con el objetivo de ser un aporte en la contingencia, por medio de la disminución de los contagios con más eficiencia que otros elementos sanitarios.
¿Cuáles son algunas de las innovaciones en que el cobre es protagonista? A continuación, damos a conocer proyectos que han logrado revolucionar el mercado en medio de la pandemia, además de tener amplias proyecciones de desarrollo en el mediano y largo plazo.
Cobre en polímeros plásticos
Quienes están detrás de esta innovación, lograron manejar y mejorar la bio-disponibilidad del cobre en distintos ambientes y condiciones biológicas, para adaptarlo a diferentes polímeros plásticos. Su mayor desafío fue incorporar esta tecnología sin afectar los procesos de producción ni el resultado final de los productos, manteniendo la misma apariencia y resistencia, pero inhibiendo el desarrollo de microorganismos.
Es así como nace en 2007 Copperprotek, empresa nacional enfocada en las micropartículas de cobre, las cuales pueden incorporarse en una amplia gama de polímeros plásticos, entregándoles las cualidades biocidas del mineral. “Creamos una micropartícula única en el mundo, revolucionando industrias como la de los pañales, packaging de alimentos y mascarillas”, comenta Raúl Molina, gerente Comercial de Copperprotek.
Entre las características de la innovación, destaca que la micropartícula está compuesta de cinco estados distintos Cu+2, lo que permite modificarla para distintas condiciones de producto, para alta o baja disociación, Ph y temperatura. De esta manera, la tecnología entrega a polímeros plásticos una alta capacidad de inhibición del desarrollo de virus, bacterias y hongos, lo que reduce la transmisión y contaminación cruzada.
Potenciando la industria textil
Esta iniciativa surge dada la contingencia del coronavirus. Quienes están detrás del proyecto tomaron nota de que los contagios cruzados e intrahospitalarios se debían al contacto con las superficies, pero también por la vestimenta. Es así como nace IndustrialNano, iniciativa que busca insertar cobre a todo tipo de material textil para proteger y otorgar espacios más higiénicos, especialmente en lugares de mayor vulnerabilidad de contagio.
Su elaboración consiste en un proceso industrial especial, donde se fijan las nanopartículas de metal rojo a diferentes tipos de telas o textiles (algodón, poliéster, polycotton, TNT, etc.), entregando propiedades antimicrobianas resistentes a lavados. El resultado es la impregnación de cobre en distintos tipos de telas, para la posterior confección de prendas finales, como mascarillas, ropa de cama, cortinas, etc.
Tal como destaca Julio Schultz, gerente Comercial de IndustrialNano, “este proceso potencia y reactiva la industria textil en Chile, entregando telas protegidas con cobre metálico y evitando dependencia de mercados internacionales”. El objetivo es lograr inocuidad, seguridad y control de la propagación microbiana. Es decir, otorgar a estas telas mayor valor agregado, evitando bacterias, hongos, virus y ácaros.
Apuntando a la limpieza y desinfección
Tras años de estudios y diversas investigaciones, la empresa Nano Process logró nanopartículas de cobre, las cuales tienen un tamaño entre 5 y 50 nanómetros, y pueden tener uso industrial para la formulación de nuevos materiales. Liset Gómez, socia y cofundadora de la firma, comenta que con las nanopartículas de cobre se pueden optimizar los recursos para diferentes áreas, ya que tienen una enorme capacidad bactericida y biocida.
Con este objetivo, la compañía logró validar un proceso que permite producir grandes volúmenes de nanopartículas, además de dispersar y estabilizar esta sustancia en agua desionizada, libre de solventes y aditivos sintéticos. Una de estas innovaciones es un limpiador de superficies con nanopartículas de cobre RC-71, que ya se encuentra a la venta. Este producto destaca por lograr una baja en la carga microbiana de distintas superficies, evitando la transmisión de enfermedades.
“De forma paralela nos encontramos trabajando con una reconocida empresa de pinturas, quienes ya han lanzado al mercado productos con nuestras NanoCU, y estamos realizando estudios para impregnar maderas con nanopartículas de cobre”, adelanta Liset Gómez.
Aerosol para protección personal
Aintech, laboratorio chileno de investigación en nanociencia, dio un salto en la producción de nanopartículas de cobre, al mantenerlas estables en su estado metálico y sin oxidación en productos finales, lo que permite extender la efectividad antimicrobiana y antiviral. Actualmente, la empresa focaliza sus esfuerzos en la generación de una alta gama de productos de desinfección que logren destruir el coronavirus, entendiendo que la nanotecnología ha jugado un rol fundamental en la mitigación de contagios.
Uno de los productos que van en esa línea es Aircop, un alcohol al 70% con nano cobre en spray, para desinfectar ambientes y artículos personales (celulares, teclados de computador, pantallas, escritorios, mascarillas, entre otros), y Decutec, un desinfectante en base a nanopartículas de cobre para todo tipo de superficies, que mantiene su protección hasta por siete días.
Tomás Houdely, fundador de la empresa, explica que “la mayor o menor carga viral a la que se está expuesto, es una de las principales causas de la gravedad que alcanza el coronavirus (…). Desde Aintech aportamos directamente a este objetivo, mitigando el avance del Covid-19 desde un desarrollo superior en nanocobre”. Cabe destacar que tanto Aircop como Decutec ya se encuentran en el mercado, distribuidos a todo el rubro ferretero en Chile y en tiendas del retail.
Mascarilla de cobre reutilizable
Tras el alza de los contagios del coronavirus en Chile y el mundo, las mascarillas se comenzaron a convertir en un producto de relevancia. En este contexto, la empresa Kimba irrumpió en el mercado con la venta de mascarillas reutilizables antimicrobianas con tecnología Copptech, la cual utiliza cobre y zinc como agentes antimicrobianos activos.
Adolfo Momares, socio director de Kimba, comenta que “la combinación de estos minerales produce una sinergia positiva. Nuestros productos están fabricados en tela con cobre antibacteriano y zinc, certificada por la Universidad de Chile y organismos internacionales”.
Entre las características del producto, destaca la eliminación sobre el 99% de bacterias, virus, hongos y ácaros, y que la humedad no afecta la propiedad antimicrobiana de la mascarilla. Además, es posible lavarla sin perder sus propiedades y no contiene látex.
De esta manera, la tecnología implementada permite eliminar microorganismos que entran en contacto con la superficie de la mascarilla, creando una barrera protectora entre la fuente de infección y el usuario, gracias a la composición de su capa externa (algodón, más tecnología Copptech) y su capa interna (filtro de cobre tafetán).
Papel autoadhesivo para superficies
Utilizando las nanopartículas de cobre como protagonistas, la empresa Nanotec lanzó autoadhesivos antimicrobianos denominados CopperZone. Este dispositivo con propiedades biocidas puede ser aplicable en superficies lisas y con alto tráfico, para espacios públicos y privados. La acción del cobre antibacterial, antihongos y antivirus, logra eliminar científicamente el 99,9% de estos agentes patógenos en las superficies tratadas.
“La manilla de una puerta puede tener 4.000 bacterias por cm2, y las personas, en promedio, podemos tocarnos la cara unas 16 veces por hora después de tocar esa manilla. Es decir, en 4 horas la mitad de una oficina puede estar con el mismo germen”, afirma Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec.
La tecnología ya fue implementada en un edificio en Santiago, donde circularán más de 600 trabajadores una vez que se anuncie el fin del confinamiento. Cabe destacar que el producto es personalizado, es decir, puede llevar los colores y logos de cada empresa, adaptándose a las nuevas necesidades por los altos riesgos de contagio en lugares como mesones de atención a público, zonas de cajas, puertas de cristales, manillas, interruptores y botones de ascensores.
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